Es casi inaudito que una propiedad como esta salga al mercado, por lo que estamos encantados de representar esta magnífica e históricamente importante casa de campo. Una de las casas particulares más grandes del codiciado pueblo de Jesús Pobre, esta impresionante propiedad de 300 años de antigüedad se asienta en una parcela de 6.500 m2 de precioso campo y ofrece impresionantes vistas panorámicas al valle y a la montaña.

La ascética de esta propiedad tradicional combina elegancia y encanto con belleza histórica. El interior no decepciona.
Al entrar en la propiedad de 358 m2 siente una inmensa sensación de bienvenida.
El jardín delantero le conduce a unas antiguas puertas dobles que se abren al hall de entrada, desde el que se accede a dos dormitorios bañados en luz y con un encanto absoluto.
A continuación se encuentra la primera de las zonas de recepción que desemboca en la zona de comedor independiente. Desde aquí hay una cocina totalmente equipada y otro espacio de vida, ambos gozan de vistas a la amplia propiedad, al jardín muy bien cuidado y a una piscina diseñada para integrarse en el paisaje de la campaña que la rodea.
También hay un cuarto de baño, gran despensa, segunda cocina / lavadero, un gimnasio y oficina. Estos dos últimos espacios podrían convertirse en dormitorios si hace falta.
La antigua escalera conduce a un gran vestidor desde el que hay dos dormitorios más. El dormitorio principal es inmensamente espacioso e inundado de luz por las dos grandes ventanas y un precioso balcón Julieta que da a la zona de césped delantero. También hay otro cuarto de baño bien equipado.
Un aspecto importante de esta propiedad es el magnifico terreno que ha sido diseñado para satisfacer todas las necesidades de la vida al aire libre. En la piscina cuenta con un bar bien surtido para las fiestas y una zona aislada encantadora, prefecta para la relajación y la meditación.

El pueblo de Jesus Pobre te lleva atrás en el tiempo. Bares y restaurantes que han pertenecido a familias durante generaciones sirven productos locales y vino casero. Una vez a la semana hay un mercado local y el pueblo se convierte en un lugar festivo. Los alimentos de producción local y los objetos artesanales, junto con los músicos locales, se asocian para atraer a familias de las localidades vecinas de Denia y Jávea, que se funden alegremente con un flujo constante de turistas de todas partes del mundo.
Otro dato interesante: los residentes de Jesús Pobre tienen la mayor longevidad de toda Europa. Qué más se puede pedir.